miércoles, 14 de noviembre de 2012

Filosofia De Plotonio


La filosofía de Plotino se presenta como una interpretación jerárquica del universo. Su sistema es, ante todos, deductivo, puesto que parte de los principios más universales y absolutos para llegar a las consecuencias particulares y relativas. Dentro de esta jerarquía, por otra parte, lo particular adquiere sentido sólo por referencia a lo universal, lo relativo por lo absoluto. Veamos primero la estructura de este mundo jerarquizado. Podremos después entender cuál es el proceso de conocimiento que nos permite descubrirlo.

La realidad suprema es, para Plotino, el uno. Pero esta unidad, no es ya aquella unidad limitada de que nos habla Parménides. Influido por el cristianismo que su discípulo Porfirio combate, el uno de Plotino es, como el Dios de los cristianos, un ser infinito. De ahí que por su mismo carácter de infinitud sea, estrictamente hablando, indefinible. ¿Cómo podríamos nosotros, seres limitados, definir aquello que es por naturaleza infinito? Fuente de todo, es uno es inefable; origen del mundo, sobrepasa en su riqueza de ser todas las posibles determinaciones. Carece de sentido preguntarse cuál es el ser de la unidad, porque en realidad está más allá de las palabras, más allá de los conceptos, más allá de la lógica. Su realidad verdadera sólo podemos sospecharla. Podremos decir que es la primera causa en cuanto es uno y la causa final del todo en cuanto es el bien. Pero aun estas mismas palabras deben considerarse más como sugerencia de lo que este uno significa que como definiciones. Su infinita riqueza hace que, por riqueza misma, salga de sí, como una fuente que rebosa de agua. Esta riqueza hace que el uno fluya fuera de sí. Desde toda eternidad, y que se produzcan las diversas emanaciones que habrán de llevarnos de la unidad a la realidad particular.

La mística de Plotino, contempladora, se diferencia de la mística cristiana. Para ésta, en efecto, la contemplación será un móvil que conduce a la acción. Más cercano a los místicos de Oriente, y aun a la ataraxia de los epicúreos y escépticos, Plotino se queda con la contemplación pura, avergonzado de tener un cuerpo, desencarnado y entregado a la visión pura del absoluto. “Hay, por doquier, retorno al uno”, afirma Plotino. Pero esta visión del uno es lo que nos permite huir de la realidad que nos rodea, de las ilusiones de la materia y de las ilusiones del tiempo: “Cuando contemplamos, escribe Plotino, es para contemplar y poseer el objeto contemplado. La práctica, por ende, tiene como fin la contemplación”.
Plotino es el más famoso autor neoplatónico. Escribió las Enéadas. Para él el principio de todo es lo UNO, especie de Dios del que emanan todas las cosas, pero completamente trascendente al mundo y a hombre. De él no s epuede afirmar nada, es incognoscible e inexpresable.
Por emanación de lo Uno surgen tres tipos de entes, en sucesivas cascadas de valor inferior. Tales son las Inteligencia (o Nous), el Alma y la materia. La Inteligencia contiene las Ideas y de ella surge el Alma. El mundo inteligibleestá compuesto por ésta tríada: lo Uno, la Inteligencia y el Alma. En un nivel inferior etsá la materia, último resultado de la emanación divina y raíz de todos los males.
El hombre debe ascender por esta escala hasta identificarse con Dios o lo Uno.Su vida consistirá, pues, en el desprendimiento de la materia y en la asimilación del Alma, la Inteligencia y lo Uno, por la contemplación mística. El éxtasis es la estapa final, en donde el hombre se despersonaliza y se une completamente con Dios.

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